Sí, no me vengan con boludeces. Anoche una mosca destruyó mi ventilador y le hizo un importante agujero a una remera, el cual no tiene nada que ver con los que ya vienen para meter cabeza y brazos.
Resulta que la muy guacha estaba bien agarradita de las varillitas del ventilador, mientras el mismo estaba funcionando en su potencia máxima. Supe desde ese momento que la maldita mosca tenía fuerza radeoactiva (por eso era verde). En fin, mi niño hermoso dormía apasiblemnte en mi cama (no pienso explicar porque) y yo deliberaba en cual sería la mejor forma de enfrentarme a tamaño fenómeno. Sin ganas de complicarmela, pedí su sabio consejo y me dijo que agarrara su remera favorita de color negro de Bob Marley y le diera con eso. Y eso fue lo que hice...o intenté hacer. Tratando de acorralar a la bestia tiré la remera, que descendió cual paracaídas encima del ventilador, aún funcionando, y cayó enganchandonse insolentemente en una de las aspas. Y de entre una lluvia de telita negra, que cayó en nuestras caras de asombro, salió volando el maldito mini extraterrestre y se fue libremente por la ventana, dejandome a mi sola en el cuarto junto a la cara de mi niño hermoso que expresaba una mezcla de bronca, impotencia y asombro.
Volviendo a tierra, corrí a apagar el ventilador, que estaba terminando de cortar los alambres que separan a las aspas de metal de nosotros, los mortales. A todo esto mi niño hermoso con un simple "gracias por romperme la remera" se dió vuelta y se volvió a dormir. Creyendo que la había sacado barata, decidí tratar de enderezar las aspas y encender nuevamente el dichoso aparato (hacían 37º de calor). Pero la mosca asesina había derramado sus poderosos fluídos encima y lo había convertido en una especie de batería para murgas (eso o fue la remera estancada). Mi niño no tuvo más que levantarse a intentar arreglarlo, y digo intentar porque es todo lo que hizo. Ya que en el intento volaron particulas de plástico y uno que otro tornillo por los aires, junto con pelotitas de metal (muy lindas por cierto, ahí las guardé) y la carcaza cubremotor que se negó a volver a su lugar luego de haber sido brutalemente arrancada. En fin, el resultado? Una especie de movedor de aire, con sonido incorporado y una estética muuuy industrial (está de moda esa onda igual, vieron). Después de terminar de "arreglar" mi ventilador, mi niño hermoso sugirió: ¿y que no tiene garantía?.
Así que ya saben, si ven una de esas moscas por ahí, yo que ustedes abandono mi casa, mi ciudad y si es posible el país. Ayer fue mi ventilador pero quién sabe que más podría hacer...