sábado, 14 de marzo de 2009

Siempre hacia arriba

Buenas...desde computadora prestada, con fuerzas prestadas y con un mambo que es muy mío, decidí postear algo que tome forma a medida que vaya escribiendo.

Hace rato tengo esta idea que cuando dos o más personas son muy amigas, de alguna manera sus vidas se mimetizan, y cuando una se autodescubre, las demás también. Cuando una crece y aprende, las demás también. Los gustos, los sueños, los proyectos, los miedos se pasan de una persona a otra de forma divertida y curiosa. Y lo que una ya vivió a la semana lo vive la otra, y en lo que una es aconsejada, se ve aconsejando al corto tiempo. ¿Será acaso un capricho de la vida y su forma de mantener el sistema? No lo sé, no importa. Sirve y mucho.

Me encuentro evitando cada momento que me vuelva al lugar de verme impotente, en donde ya no se puede hacer más nada. Me descubro soñando con que va a volver, con que se va a repetir la historia. Y no me voy a permitir caer, porque crecer no siempre tiene que ser doloroso. Tiene que ser verdadero. Y además necesito las fuerzas para seguir. Si hay algo que me eseño la vida, es que ya tuve mi cuota de ese dolor en donde no se puede más. Como Anita diría, a mi me tocó tocar fondo mucho tiempo antes, y hace rato que solo estoy yendo para arriba. No voy a desandar ahora el camino.

Y si mi toría es certera, creo que todas mis amigas tocaron fondo alguna vez, y hace rato que a todas nos queda solo ir para arriba. Que lindo poder hacer este camino con ellas...